¿Qué es el Plasma Rico en Plaquetas?
El Plasma Rico en Plaquetas o PRP es una de las más innovadoras técnicas de bioregeneración celular, que emplea las propiedades de las plaquetas de nuestra sangre, concretamente una sustancia conocida como Factor de Crecimiento, que lo que hace es estimular el recambio celular. Este plasma se obtiene a través de la extracción de una pequeña muestra de sangre del paciente que, una vez procesada, es infiltrada en la piel a través de microinyecciones.
Con el nuevo compuesto se frena el envejecimiento cutáneo y se renueva la producción de colágeno y fibroblastos. ¿El resultado? Una mejora de la textura de la piel, elasticidad y color. En definitiva logramos un aspecto más joven y el secreto de “este milagro estético” se encuentra en nuestro propio organismo.
INFÓRMATE SIN COMPROMISO
Nuestros órganos están compuestos por masas celulares que se encuentran en constante mutación. A cada minuto mueren células y nacen otras. Tal es así que nuestro cuerpo jamás es el mismo ya que a lo largo de los años, millones de células van siendo renovadas por otras a nivel de todos los tejidos, sin percatarnos de ello.
El tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas resulta idóneo para aquellas personas en las que este recambio celular se produce de un modo más lento.
El Factor de Crecimiento (FC) es un mediador biológico a través del cual se producen una serie de efectos a nivel celular (células madre) que favorece esa renovación y regeneración celular.
La diferencia respecto a otros productos que se utilizan en la medicina antiaging, reside en que las plaquetas son elementos autólogos (es decir, pertenecen a nuestro propio organismo) a diferencia de otras sustancias que son de origen natural o artificial. De modo que nosotros mismos somos la fuente de bioregeneración celular.
Esto conlleva muchas ventajas. No se produce rechazo al tratamiento y además somos una fuente inagotable del mismo.
Este tipo de tratamiento si bien es muy sencillo, debe realizarse bajo las más estrictas normas de bioseguridad y en un ambiente aséptico. Es fundamental que tanto la extracción de sangre como su centrifugación sea llevada a cabo por personal especializado en el área de hematología.
Esta técnica no requiere test de alergia puesto que las sustancias utilizadas pertenecen al propio paciente (autólogas) y están presentes en el organismo. Tampoco existe el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas o problemas de rechazo.
Está probado que la terapia bioregenerativa mediante Plasma Rico en Plaquetas, acelera el proceso de reparación de los tejidos envejecidos o afectados por ciertas lesiones sin riesgos ni efectos secundarios. No hay una edad determinada para acceder al tratamiento, sino una necesidad de restauración celular y de reparación tisular. Los tratamientos pueden ser de tipo preventivo en pacientes más jóvenes o restitutivos en pacientes de mayor edad.
La técnica del PRP consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre del paciente (unos 18 a 20 cc). La sustancia obtenida es rica en plaquetas, lípidos, aminoácidos, factores de crecimiento y células madre periféricas que nutren, reparan y rehidratan el cutis por sus propiedades regenerativas.
La cantidad de sangre venosa que se extrae se determina en función de las necesidades del tratamiento. Después se somete la muestra a un proceso de centrifugado que permite separar el plasma de los glóbulos en tubos estériles con un elemento estabilizador.
Una vez tratado el producto resultante, se inyecta de manera subcutánea en las zonas a tratar en pequeñas cantidades mediante la técnica de la mesoterapia.
Con el paso de los días el Plasma Rico en Plaquetas actuará estimulando la producción de colágeno en la piel. El colágeno es una proteína que forma fibras. Estas fibras son importantes para mantener la tesura de la piel y para la firmeza de los músculos.
En definitiva, esta técnica de rejuvenecimiento facial estimula la regeneración cutánea celular lo que ayuda a sustituir las estructuras alteradas. Se logra de este modo un aumento del grosor de la piel y a su vez un aspecto más terso y elástico.
Este tratamiento facial mejora la calidad de la dermis de la cara , el escote, el cuello o las manos. Permite el tratamiento y reparación de los signos del fotoenvejecimiento, arrugas y surcos .
Mediante la Bioestimulación cutánea se consigue reparar pieles castigadas por el frío o el tabaquismo; factores todos ellos que hacen que la dermis pierda potencial regenerativo. Se puede tratar con el PRP diferentes problemas tales como cicatrices, acné, envejecimiento.
- Reparación cutánea de pieles foto-envejecidas.
- Rejuvenecimiento: la síntesis endógena de colágeno, elastina y ácido hialurónico induce la recomposición de la matriz intercelular lo que lleva a la reparación y regeneración de tejidos.
- Relleno de surcos y arrugas utilizando sustancias que obtienen resultados de aspecto más natural y más duraderos.
El tratamiento no tiene efectos secundarios, ni causa alergias porque el plasma es producido por el organismo del propio paciente. Al inicio del procedimiento es importante que no se tome antiinflamatorios ni corticosteroides. Estas medicinas influyen negativamente en el efecto del tratamiento. Después de cada sesión el paciente puede seguir con su vida normal. Tampoco se aplicará el PRP en casos de embarazo y lactancia, y algunas enfermedades de naturaleza autoinmune.
La utilización del Plasma Rico en Plaquetas o PRP no sólo se limita a aquellas personas que persiguen un tratamiento estético de rejuvenecimiento, sino que también se emplea en el tratamiento de patologías traumatológicas, o relacionadas con la flebología, la odontología, la cirugía maxilofacial, la oftalmología, precisamente por esa capacidad regenerativa de la que hemos hablado anteriormente.
En cuanto al número de sesiones aconsejables, al ser un tratamiento natural y con productos autólogos (que genera el organismo del paciente), se puede repetir cuántas veces quiera para mejorar o mantener los resultados.
Los efectos del tratamiento se hacen evidentes entre 20 a 30 días posteriores a la aplicación y se mantienen a lo largo de seis meses a un año.